(331 palabras) A. Chéjov describió magistralmente el dolor y el sufrimiento de las personas. Sus personajes nunca dramatizan, experimentan con toda su fuerza, por lo que el lector cree en cada emoción. Un vívido ejemplo es la historia "Tosca", donde murió el hijo del personaje principal de la obra. Se podría pensar que la causa de la tristeza de Jonás es el dolor por la muerte de un niño y, como resultado, la pérdida del sentido de la vida. La muerte de un ser querido es un golpe fuerte, después del cual es difícil recuperarse y continuar llevando el mismo estilo de vida, ser igual de feliz. Pero el dolor del taxista Ion Potapov no es tanto en esto, sino en el hecho de que no tiene a nadie de quien hablar.
Después de la muerte de su hijo, además del caballo, a Jonás no le quedaba nadie. Por el sentimiento de su propia inutilidad, el héroe ni siquiera se sacude la nieve, como si no considerara que cuidar de sí mismo es algo necesario. No es sorprendente que la verdadera razón de su anhelo sea que no tenía a nadie con quien compartir su dolor y tristeza. Se sentía solo y, por lo tanto, felizmente tomó pasajeros incluso a mitad de precio. Pero, desafortunadamente, el vagón lleno solo creó la apariencia de la sociedad, la ilusión de una vida viva. Ninguno de los compañeros de viaje mostró un sentido de compasión, no dijo una palabra amable, no prestó atención a la tragedia que ocurrió en la vida humana. Jonás mismo no vio la razón de su anhelo. Consideró la razón de su tristeza porque no podía ganar dinero incluso con avena. Un hombre feliz, llamó al que está bien alimentado, cuyo caballo está lleno. No pensó en la verdadera razón de su tristeza, lo vio en problemas apremiantes. Sin embargo, después de cada conversación fallida, el anhelo en el cofre de Jonás crece, se expande, el autor incluso se pregunta cómo encaja en esta persona pequeña y sin pretensiones.
De la desesperanza, el héroe fue al establo a su yegua. Solo, no podía pensar en su hijo debido al poder de la angustia no correspondida. No tenía a nadie con quien compartir, nadie con quien derramar su alma, y el caballo era la única criatura viva lista para escucharlo. La verdadera tristeza de esta historia radica en la soledad a la que estaba condenada una persona que vivía en una gran ciudad. Una comprensión tan sutil del fenómeno del anhelo hace que el trabajo de Chéjov sea único, penetrante e inimitable.